Por Koke G. Díez
Siendo aún 31 de mayo uno ya ha escuchado la típica frase canguesa de “ya huele a pólvora”. Y eso que aún falta mes y medio para las Fiestas del Carmen, a cuya venida se refiere esta frase que ya se podría incluir en el paquete de frases figuradas. Cangas lleva oliendo a pólvora cada final de mayo desde hace más de 100 años, y uno tiene conciencia de esa frase desde que tiene uso de razón.
“Ya huele a pólvora” es una frase que sólo sirve para comunicar ese acercamiento al periodo festivo y como no, a La Descarga, epicentro de la fiesta. Porque en Cangas realmente huele a pólvora prácticamente todo el año.
Es un pueblo que todo lo celebra con voladores: si gana el Madrid, la peña de este equipo tira sus docenas; si gana el Barça, sus peñistas queman otras tantas; si ganase algún día el Narcea, se haría lo mismo; y como no, cuando alguien se casa. No hay boda en Cangas que no tenga su correspondiente minidescarga (o no tan mini, según los casos). Tanto es así que a riesgo de exagerar un poco, antes se sube a Vallinas a encargar la tirada nupcial, no vaya a ser que no tengan hueco en la agenda de la pirotecnia para ese día, que ir a buscar restaurante.
Caso aparte es el aroma a pólvora que desde hace más de año y medio, ya no sólo en Cangas sino en todo el suroccidente, incluso en toda Asturias, se está sintiendo. Un olor a pólvora que está entremezclado con el de caucho y madera quemados; con el del sudor de las carreras y luchas entre mineros y fuerzas de seguridad; y con el aroma de la desesperación, de la injusticia y de la rabia.
Sin embargo no quiero amargar el dulce festivo a nadie. Hoy es 31 de mayo y en Cangas “ya huele a pólvora”; al calendario sólo le quedan tres marcas que pasar: San Juan en El Corral, San Pedro y el Arbolón…y por fin ¡El Carmen!, donde es seguro que olerá a pólvora de forma literal,… y a caipiriña, y a compuesta. Por cierto, el éxito estaría asegurado si la hostelería tomase ejemplo de las cafeterías del Congreso de los Diputados y de la Junta General del Principado. Eso sí son precios populares para montar una buena fiesta.