Por Koke G. Díez
¿Qué tendrá el asiento que tanto cuesta despegar el trasero de él? Da igual que sea el de un despacho de alcaldía, el de una consejería, el de un partido político, el de un escaño o el de la presidencia de una asociación. Pueden enfangarse hasta el cuello, incluso haber buceado en apnea en el lodazal, y aún así, el mullido relleno de tayuelín oficial invita a mantener las posaderas haciendo ventosa en él.
Que tienes cuentas pendientes con la Seguridad Social, es decir, contigo, conmigo y con el que tengas al lado en estos momentos, pues nada, dices que dentro de un par de meses dimites; cuando pasa ese tiempo, el suficiente como para que dé tiempo a picotear de flor en flor y granjearse votos, pues vas y sometes a votación esa dimisión anunciada dos meses atrás. Con esto, puedes seguir contento y feliz en tu puestín porque el sufragio lo legitima. Eso sí, la deuda con la Seguridad Social, repito, contigo, conmigo y con su vecino, y con el vecino de su vecino, sigue teniéndola, y aunque llegue algún día a cancelarla, tendrá su expediente enfangado como para no poder estar de representante de nada ni de nadie.
Pero claro, en un país en el que se cuenta con ministras con confeti pegado a los lamparones de fango, y no pasa nada ni se mueve nadie; con presidentes y expresidentes del gobierno ilegalmente sobresalariados, con cúpulas enteras de partidos políticos llenas de B de barro y… de dinero por lo Bajinis, y no pasa nada ni se mueve nadie; y con diputados, alcaldes, concejales, sindicalistas, empresarios, banqueros, funcionarios… inmersos en corruptelas miles, y no pasa nada ni se mueve nadie; con todo esto, pues, ¿qué podemos esperar?.
Y ya lo comenté alguna vez. No hace falta mirar y oír todo esto desde el otro lado de la televisión y radio; no hace falta leerlo en los periódicos. Sólo hay que asomarse a la ventana, mirar hacia los lados y ver que en sitios tan pequeños como Cangas del Narcea, no se está al margen de todo esto. Desde 2007 han ido salpicando tantos casos de supuesta corrupción al ayuntamiento cangués que deberían hacer reflexionar a todos. Pues es precisamente el dinero de todos el que está en juego sobre la mesa de los presuntos tramposos, ya sea por querer desviarlo hacia empresas propias, afines y amigas, hacia nóminas por un trabajo no realizado; o hacia la externalización teledirigida de servicios públicos. Y claro, como territorio español que es Cangas del Narcea ¿alguien ha visto moverse a alguien?
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