viernes, 15 de febrero de 2013

Convulsiones epilépticas en Cangas del Narcea

Por Koke González

No hay nada como los consejos de los progenitores. Los repetían y repetían y nunca o pocas veces hacías caso. “¡Neno, no te acerques tanto a la tele que vas quedar ciego!”, e ibas tú y te separabas un poco, aunque al rato nuevamente tenías las narices pegadas a la pantalla. “¡No me oíste o qué”. Y volvías a dar unos pasitos para atrás. Era una lucha constante. Con el tiempo y según vas creciendo, sabes que tus padres tenían razón y no se te ocurre acercar las napias al televisor.
Los de las siguientes generaciones unieron a este consejo aquel de … ¡Esos dibujos dan epilepsia! Eran dibujos muy coloridos y visualmente muy estridentes, y a estas características eran a las que vinculaban algunos casos de la enfermedad de las convulsiones y los espumarajos. Y entre todos los dibujos, el top fue la serie animada Pokemon.
Pokemon tuvo su difusión en España a finales de los 90 y fueron los niños de esta época los que se exponían a potenciales convulsiones tras su visionado, y hasta lo que yo sé, en lugares como Cangas del Narcea no se ha dado un caso de epilepsia provocada por Pikachu y compañía, al menos hasta ahora.
Ayer fue el día de los enamorados, y ya se sabe que el amor uno de los efectos que tiene es el de hacer latir más rápido y alto los corazones. Las convulsiones se podían escuchar en todo el valle, pero más nítidas y amplificadas cuanto más te aproximabas al ayuntamiento. Alguien allí dentro parecía estar perdidamente enamorado, a juzgar de las convulsiones que hacían temblar los propios cimientos de la institución.
Todo sería muy bonito si el final fuese una declaración de amor desde alguno de los balcones del consistorio. Pero la cruda realidad era que Pokemon estaba detrás de todo. El ayuntamiento estaba padeciendo un ataque epiléptico. Pero esta vez la epilepsia no la estaban generando los colores chillones de los dibujos, sino los más discretos del secretario judicial y 8 agentes del Servicio Aduanero. Registros de documentación y equipos informáticos. No sabemos hasta qué punto se registró ni qué buscaban, aunque los primeros apuntes señalan hacia la relación contractual con la empresa Aquagest. Sólo sabemos a ciencia cierta que han relacionado al ayuntamiento de Cangas del Narcea con la operación Pokemon, una trama de corrupción que está llevando desde los juzgados de Lugo, y que intenta destapar todos y cada uno de los responsables y participantes en una red de sociedades, empresas y administraciones que se repartían de forma no muy lícita las adjudicaciones de obras y servicios públicos.
En un escaso periodo de tiempo, en Cangas del Narcea se ha pasado de la nada a dos escándalos de supuesta corrupción en el ayuntamiento. En el juzgado de Cangas sigue de momento el caso de la presunta malversación de caudales públicos y falsedad documental en la legislatura anterior. Ahora nos encontramos con la operación Pokemon, de ámbito nacional, llamando a las puertas. Ante todo esto, sólo queda decir una cosa…Como rezaba el lema de la serie animada: señores jueces…¡háganse con todos!

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