Crisis, meteorología, cerveza y cielo abierto

Por Koke G. Díez

Hoy hay que hablar del tiempo. Sí, sé que el tiempo es ese tema tan socorrido cuando se tiene poco o nada que hablar; cuando se quiere iniciar una conversación o cuando se pretende romper el hielo en un silencio incómodo. Pero nada de eso es el caso. Hoy quiero hablar del tiempo porque ya no sólo tenemos que aguantar los bastonazos de la crisis y los bandazos político-económicos a los que nos están sometiendo en los últimos tiempos, sino que también tenemos que aguantar la interminable venida del perpetuo solecito y calor primaveral, que está siendo precedida de este ya convertido en  sempiterno invierno.

Gris es el futuro, gris es el presente y gris es la meteorología; negros nubarrones siguen sobrevolando nuestras cabezas, con apenas alguna tregua de horas o pocos días. Todo esto me está llevando a pensar en que estemos ante un posible proceso de sincronización, al modo del efecto McClintock, descrito por la científica de mismo apellido, y que da nombre a lo que entre el género femenino se conoce como sincronización menstrual, que suele aparecer en las convivencias.

Por eso crisis económica y mal tiempo podrían haber sincronizado sus relojes vitales. Parece que hayan dicho que ¿qué mejor forma de pasar el abismo económico que no salir de casa para así ahorrar, el que pueda hacerlo? Si con la crisis no se pueden realizar planes más allá de la subsistencia, con el mal tiempo, el frío, la nieve y la lluvia, se aleja de nuestro ánimo cualquier intento de derroche.

También podría ser que el tiempo, al igual que la economía, esté controlado por la mano humana. Me imagino entonces a los gerifaltes de la Unión Europea soplando al unísono para desplazar una nube tras otras hasta la Península Ibérica. Lo que no deben saber es que la necesidad agudiza el ingenio y en Cangas del Narcea, llueva, nieve o hiele, la 2ª Fiesta de la Cerveza de este fin de semana está garantizada. ¡Hay carpa!. Eso sí, aprovechad este año porque viendo que los intereses políticos y económicos pasan por abrir en canal el concejo para explotarlo a cielo abierto, es posible que se acabe con el municipio en breve espacio de tiempo. Alguien tendría que explicarles que el eslogan turístico de Cangas del Narcea es “La Asturias para Descubrir”, no “La Asturias para Destruir”.