Por Koke G. Díez
Como se suele decir…“y ¡llegó Paco con las rebajas!”. Era la crónica de una muerte anunciada. Los últimos movimientos políticos en el lodazal cangués no auguraban otra cosa. El PSOE ha dado lo que castizamente se denomina “una patada en el trasero” a quien hasta ahora sostenía incondicionalmente en el gobierno de Cangas, es decir, al Partido Popular.
Hay razones más que suficientes para decir que en el consistorio cangués sobran sueldos políticos. 5 liberados en un concejo de apenas 14000 habitantes son demasiados. El que trabaja está claro que tiene que cobrar, ahora bien, forzar trabajo para cobrar es otra cosa. Un concejal de hacienda en un ayuntamiento sin propiedades que hacendar ¿debería cobrar por estar 1, 4, u 8 horas en el ayuntamiento? La misma pregunta se podría hacer hacia otras concejalías, sino inútiles, al menos con una carga de trabajo exigua, que incluso podría asumir otra área. Pogamos como ejemplo la educación. Una concejalía prácticamente vacía, cuya competencia es el mantenimiento y decoro de centros educativos. Un mantenimiento que bien podría hacerse desde la parte de obras e infraestructuras. Porque sí, señores, la educación de los niños, jóvenes y adultos son competencia regional, no local. Y visto que siempre que existe una reunión con la consejera del ramo, en la foto sale, además de la concejala, el propio alcalde, pues ya me contarán.
La lista de concejalías huecas puede continuar por Cultura, con proyectos lánguidos o inexistentes en Cangas; Turismo, del que ni está ni se le espera por el suroccidente; Deportes, también centrado sobre todo en el mantenimiento de instalaciones, y algún torneo anual que ya por consolidado, se hace con la inercia y la capacidad de los técnicos. Incluso la concejalía de urbanismo no tendría sentido en una legislatura como ésta, paralizada, sino fuese por lo heredado. Han de dar gracias a sus antecesores por darles carga de trabajo, que con sólo tener que revisar todos los expedientes con sospecha de irregularidad tienen asegurado el sueldo a jornada completa.
En resumen, con un alcalde y un segundo de a bordo se harían perfectamente las labores de gestión de un ayuntamiento sin vida. Otra cosa es de dónde viene la polémica que ahora sobrevuela Cangas del Narcea. Una moción presentada por José Manuel Martínez, de IU, por la que de un plumazo han recortado en 50.000 euros los emolumentos de los liberados. Unos 50.000 euros que dicen podrán destinarse al Matadero municipal. ¿Hablamos, pues, de un recorte por el interés general y que Cangas pueda comenzar, de una vez por todas, el macelo? O ¿estamos hablando de un golpe vengativo personal?, pues hay que recordar que aún en el ayuntamiento están buscando entre montañas de papeles dónde fueron a fraguar 300.000 euros de subvención destinada al complejo agroalimentario durante la pasada legislatura.
La última lectura de esta situación es la que se puede deducir de la posición del PSOE, cuya forma de actuar últimamente tiene síntomas propios del denominado síndrome de Estocolmo.
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