Hoy ha sido jornada de salud y futuro. Ha tocado la lotería en un pequeño pueblo oscense de algo más de 1200 habitantes. Enhorabuena a los premiados, que al parecer no son ninguno o al menos muy pocos de esa pequeña localidad, Grañén, cuya administración, única administración de lotería, vendió el número premiado íntegramente a las amas de casa del pueblo vecino de Casa de Sodeto y a tres bares, dos en Huesca capital y uno en el pueblecito de Tardienta.
Contra todo lo que podría pensarse, he de dar mi más sincera felicitación a Grañén. ¡Bien!. Aún hay esperanza en ti. No puedo decir lo mismo de Casa de Sodeto y Tardienta. A todos estos ayuntamientos, mi más sentido pésame.
Con la llegada de los millones es seguro que llegaron a la mente de los agraciados los deseos a cumplir: dejar el trabajo, jubilarse de una vez, dos coches, una moto, un chalet en la costa y otro en la montaña, viajar, tapar agujeros, el pisito para los hijos, el pisito para los nietos, tapar más agujeros…en definitiva un futuro desahogado.
A no mucho tardar veremos aflorar, como en época de las conquistas, las nuevas polas; quizás Nueva Tardienta y Casanova de Sodeto, bajo la protección de la diosa ciudad-capital.
El dinero en amplias cantidades hace perder a las personas la razón y el arraigo. ¡Cómo me recuerda a 1993! La prosperidad se cernía sobre el suroccidente. Una sola administración; premio íntegro; reparto entre bares, incluso como ahora también en pueblos vecinos más pequeños; millones de pesetas, 9.000 millones si mal no recuerdo. La salvación. Y así surgió Nueva Narcea, también conocida como Cangasnova, bautizada de manera oficial como La Corredoria.
Grañén, has sido el foco de la noticia de hoy y aún así, después de todo, seguirás siendo única e íntegra ¡como te envidio!
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