martes, 27 de diciembre de 2011

Medidas de ahorro en la X Legislatura


Señores pasajeros, abróchense los cintures. La X Legislatura va partir. Los guionistas y negros que juntan letras para que unos y otros tengan su día de gloria, han demostrado no tener sentido del humor. ¡Qué divertido sería oír al Jefe del Estado decir estas palabras hoy en el Congreso de los Diputados!, aunque también me hubiera conformado con que lo hubiese dicho el “hermano gemelo” de Fernando Romay que le tocó ir a Boston, en vez de California, y sin distracciones de patinadoras en bikini consiguió hacer carrera política (¡qué gran parecido físico!).
Pero nada de nada. Bueno, nada de nada, no. Abrochar no se abrocharon los cinturones pero sí se apretaron bien en sus asientos. Más de 700 personas en el hemiciclo hizo ver en vivo y en directo el primer gran ajuste del nuevo gobierno: donde entran 350, entran el doble. Y así se pudo contemplar por televisión cómo los presentes arrimaban cadera al de al lado para que diputados y senadores encajasen en las filas.
Y si ellos han sido capaces, prepárense porque los siguientes seremos nosotros: donde entran 30 alumnos entrarán 60; donde un profesor pueda llevar 4 aulas, seguro que con 8 también podrá… y del sueldo del que comen 2, comerán 10. Aún recuerdo las palabras de Juan Carlos de Borbón en el mensaje navideño dando las gracias a las familias, es decir, a papi y mami que han tenido que ver el regreso de sus vástagos con una mano delante y otra detrás.
Volviendo a La Cámara Baja, los propósitos de austeridad ha quedado en poco más que un apretón con el de al lado. Revisando los discursos, me he quedado más con el continente que con el contenido. Ver a Jesús Posadas y al Capitán General de todos los Ejércitos, pasar hoja cada 5 frases me hizo pensar con mucha pena en los bosques del mundo, de donde salen esos folios que se desperdician escribiendo 50 palabras en cada uno. Luego resulta que cuando un colegio pide a los padres un paquete de 500 folios porque no hay dinero ni para material, nos llevamos las manos a la cabeza. Normal que no haya, si se los gastan todos nuestros oradores, y total para decir…nada. Pobres arbolitos.
Y hablando de árboles y medioambiente, me viene ahora a la cabeza una nueva medida de ahorro de última hora. Un alcalde es llamado a filas para incorporarse de Ministro. ¿Cuánto cuestan unas elecciones? ¿Para qué gastar en unos nuevos comicios? Madrileños y madrileñas, habemus alcaldesa. Sin merchandaising, precampaña, campaña, urnas, presidentes de mesa ni vocales. Han sido unas elecciones totalmente libre de cargas. Eso es eficiencia.
Y qué reducido se ha visto hoy el desfile militar. ¿No querrán hacernos creer que también ha sido por economizar? si esos chicos y chicas cobran lo mismo desfilando que nadando en la piscina de sus cuarteles. Ya me quedé sin ver la cabra dicharachera de La Legión.
Por cierto, que le digan a la señora de la limpieza que para la próxima vez se acuerde de recoger la alfombra después de sacudirla. ¿Ya han comenzado a aspirarlas para que puedan acoger toda la suciedad que está por venir? ¿O las han levantado buscando algo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario