¿Qué es un centro de interpretación? Es un espacio físico que intenta dar a conocer un determinado territorio. El objetivo principal y único es conseguir que las personas que se acerquen a visitarlo conozcan de una manera inmediata el entorno, las costumbres o el patrimonio cultural y natural de una zona determinada.
Hubo un época, sobre todo a raiz del 1% cultural en obras de infraestructuras, que junto a esta definición de centro de interpretación figuraba una llamada que indicaba: “véase también definición de champiñón.”
Como ocurrió con los nuevos ricos nacidos del boom inmobiliario, en los que cuanto más oro y brillante se lleve sobre el pecho, mejor, los centros de interpretación germinaron a lo ancho y largo de la geografía. Así se podían ver centros de interpretación de cualquier cosa (leche, jamones, quesos, madreñas, lana, espacios naturales,…).
Y claro, la moda llegó también al suroccidente asturiano: centro de interpretación del oro en San Pedro de las Montañas, centro de interpretación de Besullo; centro de interpretación de Muniellos, Aula de la Naturaleza en Ibias, centro de recepción de Visitantes en Corias, centro de interpretación del Paisaje en Cerredo (éste acabado pero no abierto); centro de interpretación de la luz en Degaña; centro de interpretación de Pola de Allande;…ufff, esperad que cojo aire: Casa del agua en Cangas (en idea), Museo de la Descarga en Cangas (poner la palabra museo no implica que sea un museo; también en idea); Museo de la Villa de Cangas (en idea), Museo Vaqueiro de Naraval; Museo del Oro de Navelgas; Museo del Vino de Cangas y Aula Conde Campomanes en Sorriba, estos en manos públicas, claro, porque podríamos seguir con ejemplos privados como el Museo del Bosque en Muñalén; Museo de la Cera Infanzón en San Esteban de Relamiego o la Exposición de Valentín Alba en Tineo. ¿Muchos no?
Pues ahora viene lo mejor queridos administradores: cantidad y calidad no son lo mismo.
¿Para qué se hacen los centros de interpretación? La respuesta es lógica, para que los visiten turistas, los despistados que el GPS les jugó una mala pasada o gente que viene a comer a Linares y Pola de Allande (eso es marketing, sí señor), entre otros. Pues bien, la primera condición para que la gente entre a visitarlos es… tenerlos abiertos. Ah! ¿que no hay dinero para mantenerlos abiertos? Entonces ¿para qué se hacen?. Y ¿Por qué no hay dinero para mantenerlos? Porque son muchos y no viene gente, y encima la poca gente que viene no paga por verlos (en la mayoría porque los que llevan el nombre "museo" en su DNI diferencian su estatus cobrando entrada).
Llegados a este punto me gustaría, para que nadie se lleve a engaños, dejar claro ¿Qué es un museo? Según el ICOM (Consejo Internacional de Museos) un museo es una institución, pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, y que debe estar al servicio de la sociedad, su desarrollo, y abierta al público. Un museo adquiere, conserva, investiga, comunica y expone colecciones (artísticas, científicas,…) con los siguientes propósitos: estudio, educación y deleite.
Con esto ya podemos jugar a las diferencias: ¿investigar?, ¿conservar?,¿comunicar? ¿educar? ¿Dónde están los departamentos de conservación y restauración, de didáctica, de investigación en los museos del suroccidente? ¿Cuántas publicaciones han salido de estos museos? Para quien quiera profundizar en temas de museos, que sepa que la ciencia que estudia estas instituciones es la museología y la técnica de su gestión, la museografía. Sin estos conceptos es empezar la casa por el tejado. Y hasta aquí puedo leer.
Andábamos un poco más arriba hablando del por qué no funcionan los centros de interpretación. Son costosos de mantener y poco visitados. ¿Queremos vivir del turismo? Pues lo primero que hay que hacer es ofrecer algo más que unos paneles con unas cuantas letras salidas del copia y pega de un ordenador. ¿Es necesario un centro de interpretación en San Pedro de las Montañas? Quien se acerque hasta allí lo hará para caminar por el monte, visitar las antiguas explotaciones auríferas romanas y disfrutar de la naturaleza. ¿Tiene sentido ese centro? ¿No tendría más sentido un albergue para montañeros? Montañeros o no tan montañeros que podrían alcanzar con poco esfuerzo y bonita caminata el pueblo de Besullo, comer allí, visitar su centro de interpretación (aquí acepto barco como animal acuático), visitar sus encantos, mazo incluido, y regresar a San Pedro o ir a Cangas. Los potenciales peregrinos habrían pagado por dormir en el albergue, pagado por comer en Besullo, y pagado (por qué no) por visitar el pueblo con guía. La explicación por la localidad natal de Casona, la convivencia católico-protestante, los ferreiros, … bien lo merece. Pero claro, hay que empezar por creérselo.
¿Es necesario contar con 4, 5 si contamos Tablizas, centros de interpretación del Parque Natural de Fuentes del Narcea? Se me antoja un poco excesivo. Podríamos pensar que son tres concejos los que abarca y por lo tanto 3 puertas de entrada al espacio natural. ¿Pero es necesario repetir patrón? ¿Por qué se hizo sin problemas el centro de interpretación de Corias y sin embargo un proyecto de empaque, y quizás el más interesante de todos, como es el Parque Multiaventura de Riocastiello, no ha pasado del papel?
Y es que el futuro sin inversión, que no gasto, nunca se alcanzará en esta tierra. Lo demás será despilfarrar el dinero.
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