Las plumas amenazan a la sanidad asturiana; las plumas y los boli bic, tanto el naranja como el cristal. 700 personas, 700 trabajadores, 700 familias y 700 empleados de la empresa audiovisual asturiana no están permitiendo con sus sustanciosas nóminas mileuristas abrir un nuevo hospital, aún no sé dónde. Por fin las cabezas pensantes y ejecutoras han dado con la tecla mágica que convierte los duros en cuatro pesetas. Con 13 millones de euros se ven capaces de levantar un nuevo centro hospitario, y sigo sin saber dónde. Esos 13 millones de euros son los que el gobierno del Principado ha secuestrado a la Radiotelevisión del Principado de Asturias. El gobierno no paga a la televisión, la televisión no paga a sus empleados ni los servicios realizados por las productoras, las productoras no abonan los salarios a sus empleados, y a los trabajadores nos echan a los pies de los caballos, cuyos Cascos nos pisotean una y otra vez. Los creyentes mentarían a Dios en estas circunstancias: que aprieta pero no ahoga. La razón me dice que Dios no tiene nada que ver viendo las marcas de soga en el cuello de 700 compañeros.
Han llegado a afirmar que la Radiotelevisión del Principado de Asturias es prescindible; es curiosa esta afirmación. En Asturias llevamos décadas inmersos en una continua reconversión que no llega. Mengua la minería y no crece la alternativa industrial. En tan solo 5 años, la TPA y la RPA han conseguido fructificar y hacer real lo que en décadas sólo fueron palos de ciego. Una empresa, además pública, ha contribuido a desarrollar una nueva industria en Asturias: la industria audiovisual. Con su creación, han comenzado a surgir nuevas productoras. De la nada se ha pasado a contar en Asturias con más de 100 empresas audiovisuales, que han generado más puestos de trabajo en el último lustro que la gran e intocable HUNOSA.
Trabajo, y formación. El ente público de comunicación RTPA ha sido decisivo a la hora de implantar títulos de formación profesional exclusivos en materia audiovisual. Por fin los jóvenes podrían estudiar e incluso encontrar trabajo en su casa. Pero se ve que los nuevos aires gubernamentales pasan por conservar las tradiciones asturianas, con la emigración a la cabeza.
Por no hablar de la secular incomunicación. No llegan las autopistas, y a este paso siéntese a esperar, y la ventana que ha acercado Tainás, Valdeferreiros, La Llaneza y Trabáu a todos los rincones de Asturias, desde San Tirso de Abres a Colombres, esa ventana nos la quieren cerrar. Miren por ella, porque donde ahora ven luz, puede que en unos días vean sólo oscuridad.
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