domingo, 26 de febrero de 2012

LNE. 26/02/2012. Mariano en Confianza

Mariano, en confianza

El presidente del Gobierno paseó por el centro de Oviedo entre felicitaciones y parabienes de sus correligionarios

 03:18  
Mariano Rajoy saluda a una simpatizante en la calle Milicias.
Mariano Rajoy saluda a una simpatizante en la calle Milicias. 
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Oviedo, J. E. MENCÍA / M. PALICIO
«Presidente, ¿me lo firma?». A la puerta de la bombonería Peñalba, la presidenta del Partido Popular de Cudillero, Carmen Pérez García de la Mata, se presenta y tiende a Mariano Rajoy una sonrisa ancha y un ejemplar de «En confianza», el libro de memorias del presidente del Gobierno. A eso de las diez y media de la mañana de un sábado apacible, la militancia arrebatada deja escaso sitio libre para que el líder del PP pasee, por primera vez como jefe de Gobierno, por la ciudad en la que residió de niño, de los 3 a los 5 años, a causa del destino profesional de su padre. En el centro de Oviedo, antes del mitin de presentación de Mercedes Fernández como candidata a la Presidencia del Principado, Rajoy departió ayer de su mili en Valencia al borde del 23-F con un compañero de quinta, el periodista asturiano Carlos Cuesta, se dejó fotografiar con la estatua de Woody Allen y conoció a muchos, muchos compañeros de partido.

En el recorrido que va del hotel de la Reconquista al Campo de San Francisco y de aquí al paseo de los Álamos, Uría y Milicias, hay más cargos electos que clase de tropa entre los que se acercan a por apretones de manos y besos y fotos y cargan al séquito de Rajoy con una bolsa de embutidos de Tineo y libros sobre José Maldonado -tinetense, de izquierdas, presidente de la República en el exilio- o con una caja de puros Centenario personalizada con su nombre, gentileza de José Manuel Montes, empresario de Grátila (Nava) que los fabrica en México. Los bombones de Peñalba los ha pagado la hija de José Agustín Cuervas-Mons, aspirante a diputado regional; los cafés los sirven en la terraza del Milicias y enfrente, las «mallorquinas» son el agradecimiento a una visita a «territorio comanche»: el propietario del establecimiento es un conocido simpatizante de Foro Asturias.

En la comitiva más próxima se le separan poco Mercedes Fernández, el flamante vicesecretario de organización, Carlos Floriano, el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, el diputado Isidro Fernández Rozada, el presidente de la Junta, Fernando Goñi, o el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo. A éste le correspondió la brega de capote cuando irrumpió en escena un clásico de la zona, Manolín el Gitano, que se quiso acercar a rivalizar en importancia y ante el freno de la escolta presidencial lamentó a gritos que «a una persona tan famosa como yo le quieran echar de la calle». De Lorenzo se acercó a apaciguar los ánimos y lo consiguió en segundos ante el reconocimiento de la «claque» popular de Milicias: «Esti Gabino ye el demonio».

De vuelta hacia el Reconquista, la expresión de fervor espontáneo salió a gritos del balcón de un cuarto piso en Uría -«vamos, Presidente»-. Antes, se le había acercado Hugo Otero, niño con autismo, hijo del presidente de la asociación «Aprendemos Asturias». Después, a Candela Alonso, acaso la versión asturiana de la «niña de Rajoy», la subieron a un banco de Gil de Jaz para que se llevase un beso y una caricia.

Tras el mitin, Rajoy se fue como había venido, en vuelo regular, tal vez para marcar distancias respecto a los viajes exclusivos en el «Falcon» del Ejército que hacía José Luis Rodríguez Zapatero.

En el recuento de asistencia se anotó la baja de Pilar Fernández Pardo, presidenta del PP de Gijón, que se aprestó a desvincular su ausencia del desencuentro por la exclusión de sus afines de la lista autonómica y aseguró que estaba en el hospital con su hijo convaleciente de una operación de rodilla

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