viernes, 3 de febrero de 2012

Subcontrata y vive la vida

Comentario (con alguna variación) realizado en el programa Cangas del Narcea en la Onda, de Ondacero

Los últimos acontecimientos municipales han despertado mi inspiración y han hecho que hoy venga aquí con propuestas, ¡qué digo propuestas!, medidas, sólidas medidas que acabarán de una vez por todas con el paro y la crisis. Pongo como primer ejemplo al cuerpo de maestros para que colaboren en el descenso de las listas del INEM. A ellos hay de decirles lo siguiente: tú que tienes tu puesto de trabajo porque te lo has ganado en una oposición, deja que otro haga el trabajo por ti. Descansa, duerme la mañana, cobra tu nómina a fin de mes y reparte parte de ella con esa tercera persona. Él educará por ti, mientras tú vives en un continuo asueto.
Y esos cirujanos, cansados de tirar de bisturí, o las enfermeras, ATS y celadores de nuestro sistema de salud, ¿para qué van a hacer guardias pudiendo tener a alguien que las haga por ellos? Contrata a un parado que lo haga por ti y tú vive la vida.
¿Cuántos administrativos, auxiliares o técnicos del ayuntamiento de Cangas del Narcea no estarían dispuestos a dejar que otro acuda por él a las 8 de la mañana a trabajar un día sí y otro también? Sólo hace falta que estén dispuestos a dejar un poquito de su nómina para que otro realice el trabajo. O mejor aún, si tienen una empresa, contraten por mediación de ésta; mucho más beneficioso para usted, dónde va a parar.
¿Son o no son grandes remedios? Como decía al principio estas medidas acabarían de un plumazo con el paro y la crisis, pero lo que no dije es que también acaban con el Estado de derecho; la democracia. Porque ¿Qué diferencia hay entre un administrativo del ayuntamiento cangués que ha sacado una oposición y un asesor personal nombrado por resolución de alcaldía? A efectos prácticos, muy poca. La mayor, que éste último puede ser cesado de la misma forma que fue nombrado, pero ambos son trabajadores con los mismos deberes y mismos derechos dentro del consistorio.
Y por enredar un poco más: ¿Qué diferencia hay entre un trabajador del ayuntamiento, nombrado ya sea por resolución de alcaldía o por oposición y una empresa que presta servicios, por ejemplo de limpieza para el mismo ayuntamiento? La respuesta es obvia, la empresa fue seleccionada entre otras del sector a través de un concurso para prestar unos servicios determinados; unos servicios que prestará a través de sus propios medios, tanto humanos, los limpiadores, como materiales, es decir la escoba, la fregona, el cubo y el detergente. Sumando el coste de todo esto más el beneficio que se quiere obtener, da un precio que es el que las empresas presentan a ese concurso.
Pues parece, según se desprende de la inquietud mostrada por la bancada socialista en el último pleno, que al alcalde de Cangas del Narcea no le ha quedado muy claro el concepto, y donde debería haber contratado una asesoría con su CIF correspondiente, y medios técnicos y humanos propios, eso sí convocando un concurso público, en su lugar contrató a un asesor de comunicación, personal e intransferible, con nombre, apellidos y DNI, a través de su dedo índice, perfectamente legal. Algo que no lo es tanto si personal e intransferible es también el trabajo para el que se contrata. Si no es así y con ello se favorecen a empresas y terceras personas, la legislación tiene otro nombre para ello: tráfico de influencias.

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