martes, 7 de febrero de 2012

Siempre pensamos que no nos toca

Siempre pensamos que las catástrofes que vemos por la tele no nos afectan o al menos siempre las vemos con más o menos interés, incluso en algunos casos indiferencia. El Crucero Cosca Concordia es uno de esos casos en el que la espectacularidad de ver un barco de semejante empaque atrapado entre rocas ha dado la vuelta al mundo. La primera de las imágenes es ésa; después se habla de cómo pudo pasar y aparece el "patoso" capítán, en el que se centran los focos mediáticos y los ojos de los espectadores. Salen chistes en Internet, como ese fotomontaje en el que Asturias a modo de barco se hunde en el mar, mientras una leyenda nos dice que está de moda que el capitán abandone el barco. También aparece otro fotomontaje en el que Pepe, defensa del Real Madrid, intenta levantar el Crucero con sus propios brazos.
También solemos mirar si hay alguien conocido involucrado en el desastre. Si hay españoles pues las medios nacionales se centran en ello; si hay asturianos, los regionales harán lo mismo. Y al final, las víctimas, si no son conocidas o de nuestro país pues acabamos olvidándolas, aunque la familia es mayor de lo que nosotros nos pensamos.
El fallecimiento de una joven peruana de 25 años, Erika Fanny Soria Molina,  en el naufragio nos toca más de lo que creemos a los vecinos de Cangas del Narcea. Mi más sentido pésame a la familia y en particular a Emilio "El Morocho" hijo.
Entierran-a-joven-cusquena-que-murio-en-naufragio-del-costa-concordia

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